La capital de Myanmar, Yangon, se ubica en el fértil valle del delta, al sur del país, a orillas del río Yangon, a unos 30 km del mar. La población asciende a 4 millones de habitantes, pero la ciudad, lejos de estar superpoblada, está repleta de parques con altos y lozanos árboles y sombras fantasmales, que hacen de ciertos barrios casi una jungla, y otorgan a la ciudad un alma y atmósfera totalmente distintas a otras ciudades asiáticas del mismo tamaño. Al caer la noche, la ciudad y sus bulevares se pueblan de puestos callejeros, que venden unos deliciosos y apetitosos platos tradicionales, y pilas de aromáticos cigarros. La arquitectura colonial, por desgracia, está en decadencia, pero si se deja de lado este problema, se darán cuenta de que Yangon es una de las ciudades más encantadoras de toda Asia. Desde que los hoteles se privatizaron en 1993, se produjo un boom en materia de alojamiento, que trajo muchas nuevas instalaciones, que todavía se siguen desarrollando. Las opciones más económicas se encuentran en la parte oeste del río; otros hospedajes limpios y amigables se pueden obtener en la zona cercana a la estación de tren. La comida más tradicional y la más rica de la ciudad está en el área de Shwedagon Paya y en los lugares alrededor del centro de la ciudad. Una recomendación: hay que cenar temprano ya que es muy difícil encontrar un lugar para comer pasadas las 21 hs. Para andar por la ciudad, los ómnibus están siempre llenos, pero una buena opción son la versión local de los rickshaws, los sai- kaa, transportes para dos o tres personas, tiradas por una motocicleta. Este medio de transporte es muy bueno para los trayectos de corta distancia. Para ir más lejos, tomen un taxi, o los Mazdas de tres ruedas.
Los imperdibles:

• Chaukhtatgyi Paya
  Aquí se puede admirar la colosal representación del Buda reclinado.
  

• Mausoleo de los mártires
  Es un lugar que se destaca por ser pro democrático.

• Shwedagon Paya
  Es una estatua que domina la ciudad desde su lugar en la colina. El edificio actual se construyó en el siglo XVIII. Está rodeado por un grupo de estatuas, templos, imágenes y pabellones. Rudyard Kipling llamó a Shwedagon "una maravilla centelleante", lo cual es muy acertado porque es un lugar mágico.

• Strand Hotel
  Edificio de arquitectura colonial; es casi legendario.