La ciudad, de sólo 42.459 habitantes, se encuentra a orillas del lago que le da el nombre a dicha región. En lenguaje indígena quiere decir "lo que se tiñe de negro". Cuenta con una rica historia religiosa. Tanto los jesuitas como los franciscanos, agustinos y otras órdenes construyeron conventos e iglesias en la región. Este movimiento religioso en la ciudad comenzó en el siglo XVI, y la ciudad no ha sufrido muchos cambios, según cuentan sus propios habitantes. De allí su gran atractivo turístico. Se puede llegar por la carretera desde Morelia o por ferrocarril.
Los imperdibles:

• Día de los Muertos
  En esta ciudad el primero de noviembre se festeja la famosa fiesta del "Día de los Muertos" en la isla Jantizio.
  
• El lago Pátzcuaro
  El lago Pátzcuaro es peculiar. Da nombre al lugar el color de sus aguas, que -dicen- es bastante oscuro.
  

• José María Morelos y Pavón
  La estatua de José María Morelos y Pavón, unos de los padres del movimiento por la Independencia de México.

• Las iglesias
  Las iglesias se encuentran en buen estado, y cada una de ellas cuenta con una historia interesante, desde que Vasco de Quiroga (obispo de la región) construyó la primera, en 1538.